Que cualquier conflicto bélico es un sinsentido que saca lo peor de nuestra especie es algo que hemos podido comprobar, por desgracia, en infinidad de ocasiones durante toda la historia de la propia raza humana.
En el siglo XX, los conflictos se multiplicaron de una manera exagerada, teniendo sobre todo a Estados Unidos como uno de los países siempre implicados en casi todos ellos, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial. Cualquier conflicto bélico puede ser tomado de ejemplo sobre lo que el ser humano debería evitar a toda costa, pero hay una historia que va más allá de todo lo imaginable y que ha quedado para la posteridad como uno de los momentos más negros de nuestra Historia.
Se trata del bombardeo llevado a cabo por Estados Unidos a finales de febrero de 1991 en la Guerra del Golfo, sobre una carreterá iraquí por la cual estaban huyendo miles de soldados de aquel país hacia Kuwait. El bombardeo duró toda la noche, provocando una auténtica masacre con miles de víctimas y dejando un paisaje absolutamente desolador en esa autopista, que más bien parece sacada de alguna de las películas de la saga Mad Max, por lo apocalíptico del lugar después del bombardeo, con coches y tanques abandonados y calcinados por completo.
¿Por qué bombardeó EEUU la autopista 80?
En aquellos momentos, la Guerra del Golfo parecía estar ya totalmente finiquitada. Los aliados habían conseguido vencer al ejército iraquí que asumió el alto al fuego propuesto por la ONU, para terminar con la resolución del conflicto. La retirada era inminente, aunque no se había firmado una rendición en firme. De hecho, Iraq todavía quería negociar ciertas concesiones, especialmente las que les afectaban e nivel global, como represalias de la ONU. George Bush, por entonces presidente de Estados Unidos, decidió entonces que el alto al fuego no era válido y que los soldados iraquíes seguían siendo objetivo prioritario del gobierno estadounidense. Así que pidió atacarles en su vuelta al país desde Kuwait.
Estados Unidos primero creó un embotellamiento y después masacró a todos
Los soldados, junto con muchísimos civiles, volvían desde la ciudad de Kuwait a Iraq a través de la autopista A-80, de seis carriles. La retirada parecía obvia, pero a pesar de eso, Estados Unidos no se fiaba y vio en este movimiento algo sospechoso. Por eso el ejército decidió embotellar la autopista y dejar encerrados a todos aquellos vehículos, cerca de 3.000 según se cuenta, en medio del desierto. Una vez atascados, comenzaron los bombardeos masivos, con bombas de racimo, así como la eliminación de cualquier vehículo que tratara de salir de la carretera. No hubo clemencia con nadie y fueron miles los muertos en aquella trágica noche de Febrero de 1991.
Cualquier vehículo que se desvió de la carretera fue cazado y destruido
El Gobierno de Estados Unidos no puso demasiado interés en separar a los militares de los civiles iraquíes. Si ibas en aquel convoy de vehículos, eras un objetivo a liquidar. Y así fue como masacraron a miles de personas, entre ellos muchos civiles, incluso persiguiéndoles individualmente por todo el desierto si osaban salirse de la carrera donde los aviones estaban dejando caer las bombas. Fue una auténtica masacre que dejó un aspecto desolador en aquella autopista, en la que días después todavía se podían encontrar cuerpos mutilados y calcinados, tanto dentro de los coches como en el propio asfalto, dando una imagen absolutamente dantesca.
El fotógrafo Kenneth Jarecke, encargado de mostrarnos el horror de la autopista 80
Días después del bombardeo, el fotógrafo Kennet Jarecke, especialista en conflictos armados, decidió viajar hasta la autopista del infierno, como ya se la conocía, para llevar al mundo las imágenes que los demás medios se negaban a sacar. En sus instantáneas podemos encontrar momentos completamente aterradores, como la de un plano medio de un soldado iraquí totalmente calcinado dentro de un coche. Estas imágenes causaron mucha polémica por su extrema dureza, pero Jarecke entendía que su trabajo era publicarlas porque de lo contrario, la gente no sería consciente de todo el horror de la guerra y de lo que había pasado realmente allí.
La carretera Irak-Kuwait hoy en día
Tras la devastación absoluta de la carretera durante la Guerra del Golfo, el gobierno Iraquí decidió restaurarla a finales de la década de los 90 y principios de los años 2000, siendo un importante punto de conexión con Kuwait, como ya lo fue en su día. Sin embargo, poco después, la carretera volvió a servir para la guerra, en este caso, para la entrada de blindados americanos y británicos a Iraq en el conflicto armado de 2003, donde volvieron a verse situaciones muy trágicas en este país, provocadas por una guerra que parecía repetirse como la de una década anterior.