Las películas sobre superhéroes están más de moda que nunca, especialmente gracias al Universo Cinematográfico Marvel, que con el estreno de Endgame ha puesto un broche de oro a una saga compuesta por más de una veintena de películas, todas ellas enormes éxitos en taquilla.
En tiempos de crisis como los que vivimos, de inseguridad en todos los sentidos, los superhéroes no son solo el recuerdo de que siempre podemos luchar por salir adelante, sino también una forma de trasladar nuestros problemas a un mundo en el que se pueden conseguir cosas que en el nuestro serían imposibles… ¿o tal vez no tanto?
Hay una gran cantidad de superhéroes que poseen poderes especiales. Ya sea por haber nacido como un Dios, por haber sido picado por una araña o haber sufrido un accidente en un laboratorio, los superhéroes poseen capacidad sobrehumana gracias a las cuales pueden realizar sus aventuras.
Sin embargo, también hay algunos superhéroes que no tienen poderes especiales más allá de su conocimiento científico y de su abultada cartera. Es el caso de Tony Stark, mejor conocido como Iron Man, o del multimillonario Bruce Wayne, que por las noches se pone la capa de Batman para luchar contra el crimen. ¿Podía una persona muy rica convertirse en superhéroe gracias a los adelantos científicos y tecnológicos?
Volar como Iron Man
En los cómics, Tony Stark es el dueño de una industria tecnológica y armamentística espectacular que ha heredado de su padre. Tony no tiene ningún problema en vender armas a tipos poco recomendables siempre que gane mucho dinero con ello, pero una experiencia traumática en Irak le hace cambiar de idea, comenzando a construir su primera armadura, con la cual conseguirá detener a los villanos.
Una de las claves de Iron Man es que puede volar gracias a suretropropulsores en las plantas de los pies, una especie de cohetes que permiten a Stark no solo volar sino también planear y dirigirse adonde quiere. Un traje de este tipo ya se ha estado probando desde hace años, aunque todavía no se ha conseguido la estabilidad necesaria para que alguien lo lleve.
Sería algo así como incluir la tecnología de un jetpack en unas botas resistentes, para permitir a esa persona poder volar. Lo complicado no es levantare del suelo, sino realmente controlar ese vuelo y no estrellarnos a las primeras de cambio. Sin embargo, la ciencia parece ir por el buen camino en este sentido.
Poder mutar como Lobezno
Esto es algo más complicado, al menos por ahora, y es que en los cómics, Lobezno (o Wolverine, en su versión original) se convirtió en un mutante y desarrolló armas en su propio cuerpo, pudiendo sacar sus garras prensibles de adamantium, el mismo material que le permite ser casi indestructible.
Sin embargo, eso de poder mutar es propio de la mutación que dio origen a su superpoder, y actualmente está bastante lejos de conseguirse por parte del ser humano. Tal vez con un traje especial podamos tener muchas de esas características, pero no la de mutar.
Y es que Lobezno pertenece a ese grupo de superhéroes de Marvel conocidos como la Patrulla X o los X-Men, dirigidos por Charles Xavier, todos con poderes realmente asombrosos que en realidad no han pedido, sino simplemente nacieron con ellos. Esa mutación especial es la que hace que Lobezno cuente con todos los poderes que posee, desde su fuerza hasta sus armas y su indestructibilidad. Lo más parecido sería llevar siempre una especie de coraza antibalas para resistir cualquier ataque.
Correr como Flash
Flash es uno de los superhéroes favoritos de muchos, por su forma de luchar contra el crimen y su gran superpoder, que es simplemente ser muy rápido. De hecho, es una gran ventaja en muchas luchas porque al fin y al cabo, a un tipo así es complicado cogerle.
La velocidad que alcanza Flash suele ser más rápida incluso que la velocidad de la luz, pero eso es algo imposible hoy en día, al menos para un ser humano. Sin embargo, gracias a los avances robóticos, alguien que no tiene piernas puede caminar e incluso correr a mucha velocidad con un par de piernas biónicas. Es ahí donde está el futuro, en conseguir llegar mucho más lejos y más rápido con partes robóticas integradas en nuestro cuerpo.
No seríamos unos superhéroes como tal ni tampoco mutantes, sino más bien unos ciborgs que cuentan con una ventaja especial gracias a esas piernas biónicas que permiten alcanzar velocidades de vértigo. El problema, sin embargo, viene siendo el mismo que con el vuelo de Iron Man, ser capaces de controlar toda esa velocidad y utilizarla para el bien.
Cómo ser invisible
Otro de los grandes poderes que siempre hemos querido tener todos ha sido la invisibilidad. Esto nos permite acceder a lugares sin ser vistos, algo muy bueno para los superhéroes, aunque también sería una maravillosa ventaja para todo aquel que deseará hacer el mal. Hay algunos superhéroes que utilizan poderes y objetos especiales para volverse invisibles.
En la realidad, la física cuántica ya nos dice que eso es posible, pero el problema es conseguirlo… Durante muchos años, los investigadores han logrado volver invisibles algunos objetos siempre que tanto el propio objeto como el observador se queden quietos.
Sin embargo, hace poco, la universidad de Rochester a conseguir llevar a cabo un dispositivo que despliega esa “capa de invisibilidad” en tres dimensiones, y que permite a cualquier objeto que la lleve encima quedar complemente invisible para todos aquellos que lo están observando. Algo es algo.